20 febrero 2006

Como la fosa de las Malvinas

Hace unos días sentencié que el hombre no era ni bueno ni malo por naturaleza, sino un simple animal, un primate con los instintos de supervivencia y reproducción por bandera. Que en cuanto nos dejan sin comer tres días no nos diferenciamos mucho de un lobo común. Que nuestro bagaje cultural se nos desprende con suma facilidad. Que deberíamos ser un poco más modestos cuando nos consideramos reyes del mundo, que tenemos que echar la vista atrás y considerar que los conceptos de bien y mal son tan relativos y artificiales como lo puedan ser términos como puro e impuro, sagrado e impío, o pornográfico y recatado.

Esta sentencia ocurrió tras dos tertulias con mis amigos, de más de seis horas cada una, y sin drogas de por medio.

Será la edad.

Clap Your Hands Say Yeah - The skin of my yellow country teeth

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no es la edad tío, puede ser el pelo corto?..
y ahora en serio, relativizar sobre la simpleza es algo que debería ser fácil pero que es complejo, será porque siempre andamos midiendo, comparando, pensando mucho o, quizás, demasiado. Si fueron más de doce horas comprenderás que me falte espacio para comentar lo que me viene a la cabeza, pero diré que la modestia es algo que nos satura, creando modelos artificiales y putos referentes de lo óptimo, lo malo o lo prohibido.. complicarse si que es simple, y así somos, enredaderas que sopesan todo con una puñetera balanza imaginaria..
(menudo discursete..)

Gusarapo dijo...

Ja, ja, ja. Nada de discursete, Tron, la entrada daba pie a ello. :P

Muy de acuerdo en general. Ya divagaremos por Messenger si eso. ;)