22 marzo 2006

Lentes desenfocadas

"Claro, yo tambien leí a Paulo Coelho, y hasta tuve su precioso calendario de sobremesa. Supongo que me aburría, no sé, o que creí que el agujero en mi interior era un hueco donde tenía que encajar una pieza metafísica". Cacareó la palabra metafísica con ironía mientras intentaba inútilmente desenroscar el tapón de la botella de tequila. Le ayudé y musitó un gracias. "Busque la trascendencia, ¿sabes?, y me deshice de lo que yo creía que me convertía en parte inconsciente de la sociedad. No porque quisiera ser un anarquista de tebeo, no, sino porque quería saber realmente dónde estaba. Quería dejar de tener fe. ¡Fe! Creer en lo que no puedes ver con tus ojos, me decían los curas que era la fe. ¡Creer en lo que te han dicho otros sin cuestionarlo, más bien! Esa noche me sentí como si hubiera surgido de un océano orwelliano donde me estaba hundiendo, escupiendo agua y tosiendo, incapaz de enfocar la mirada, respirando con dificultad y sintiéndome completamente aterrorizado"

Hizo una mueca cuando vio que yo sonreía y se sentó en el somier junto a mí. "Era consciente de las cadenas, de las sincronicidades, de los diferentes rituales que nos ataban. Ví las células del cáncer y supongo que en ese momento deje de ser borrego para ser prisionero. ¡Vaya cambio! Quise ser hombre libre, claro. Deseché todo lo aprendido y abandoné la moral cristiana, occidental o como quieras llamarla. Me acosté con hombres y con mujeres, probé cualquier sustancia que me hiciera sentir un estado alterado de consciencia, tanteé con mis manos los límites de la realidad. Quise saber qué era verdad y qué era mentira. En cierta manera volví a ser un niño, intenté recuperar la curiosidad, intenté ser de nuevo aprendiz. ¡Quién sabe, tal vez intentaba justificar mi complejo de Peter Pan! Pero cada paso que daba me llevaba a otro escalón más. Hasta que al final cedí, posiblemente porque nunca he tenido madera de Buda, y aquí me ves. De futuro profesor de ciencias físicas a borracho de pension..."

Silencio. Trago. Intento de relajarse y recuperar la compostura.

"La Ciencia ha violado a la Madre Tierra", me dijo con ojos embriagados. "Pregúntale a cualquiera, hasta a esos que se llaman irracionalistas, sobre la realidad, sobre el mundo. Prácticamente todos te dirán que por mucho que hayamos avanzado aún nos faltan cosas por saber. ¡Cosas! Lo dicen porque han admitido la verdad científica como real. Porque han preferido creer en el intercambio de gravitones, en el superátomo inicial y en la dualidad onda-materia de la luz en lugar de en los Loas caribeños, el Huevo del que nació el mundo hopi o los rayos que Ra derrama desde su carro. No porque sea más real... no... sino porque es más útil, porque nos sirve para algo. La magia no sirve para poner en marcha motores, para encender bombillas, para conectar entre sí vuestros preciosos ordenadores. En tiempos la magia nos resultó útil pero ahora ya no nos sirve para nada, así que la hemos relegado a las esquinas de nuestro campo de visión. Rechazamos automáticamente cualquier anomalía simplemente porque no podemos ponerle publicidad..."

"Amigo mío, en esta era de eso que llaman revolución digital... ¿cómo puedes decirme que sabes qué es la realidad? Cuando te enamoras de gente que puede no existir más allá del cristal de una pantalla de diecisiete pulgadas, ¿cómo puedes decirme que en realidad la persona con la que desayunas cada día no es una mariposa de luz a punto de liberarse? ¿Que lo que estás viendo cada día no esconde... algo...? ¿Que el mundo no es más que la primera estación del cielo, o del infierno, o de lo que sea?"

"Nos faltan saber cosas del mundo, dicen..."

"¿Ves? Y ahora he gastado los pocos azúcares que le quedaban a mi cerebro escupiendo esta basura new age. Tengo sueño. Apaga la grabadora, ¿quieres?"

Kula Shaker - Tattva

20 marzo 2006

La nueva España

Retrocedamos juntos.

Estoy sentado en una silla metálica incómoda, viendo el segundo partido del domingo. Posiblemente el partido más aburrido de la historia de la humanidad. Son mucho más entretenidas las personas que miran la pantalla.

Cinco adolescentes integrados con sus tonos de voz exageradamente elevados, sus maneras de farlopero, sus chándales blancos, sus camisetas de No Fear y sus gorritos de marinero.
Dos adolescentes poco integrados con sus pañuelos palestinos, sus miradas inquietas y duras, sus piercings en la cara, sus voces susurrantes, sus manos enlazadas sobre la compra del mes.
Una pareja de marroquíes calladitos, silenciosos, mirando la pantalla de plasma con ojos tímidos y comiendo pipas.
Cuatro cincuentones maleducados fumando puritos Reig, bebiendo pacharanes, rascándose sus enormes barrigas, sonriendo con bocas torcidas, con sus corbatas y sus cadenas de oro pendulando con cada carcajada.
Las mujeres de los maleducados anteriores, sentadas en la otra esquina del bar con los niños, los abuelos, las bolsas del Plus, los pelos teñidos con sobredosis de laca Nelly y la vida sexual de Pepe Navarro.
Tres abuelos expertos en balompié sentados en banquetas altas con sus boinas grises caladas, sus cafeses y sus miradas hambrientas al paquete de Marlboro que reposa sobre la barra.
Seis veinteañeros aburridos riéndose de todo y todos, planeando qué hacer si ganan los Euromillones (o comprar el Real Madrid y mover su domicilio social a L'Hospitalet, o construir un monorrail en Teruel capital) y fijándose más en la lluvia que cae sobre la calle que en la pantalla de televisión.

Huy, espera, que eso último era el espejo tras la barra.

The Decemberists - The engine driver

14 marzo 2006

Doctor Tragedia, alerta constante

El Columpio Asesino - La muerte de un trompetista

10 marzo 2006

Divaguemos entonces

Es curioso lo que tiene la soledad; la soledad sentimental digo, porque de amigos y amigas no estoy mal surtido, aunque una madre o una amiga nunca pueden sustituir a una pareja. Te puedes acostar con una ex-novia o puedes confiar de manera íntima en una buena amiga, pero nada de ello sustituye a la parejita. Un par de amigos me han intentado convencer que una pareja es una amiga con la que tienes buen sexo, pero yo he tenido eso y de pareja nada.

A lo que iba. Llevo ya un buen tiempo sin parejita y lo que más me duele no es precisamente la muñeca izquierda, que yo soy zurdo para esos menesteres. Y eso que encuestas del año pasado decían que la segunda mayor razón por la que los españoles preferían estar con pareja era la estabilidad sexual; completamente legítimo y sorprendentemente sincero, he de decir. Pero no, no es la falta de sexo ni la incertidumbre del soltero feo lo que más me molesta; me molesta que me pego el día dándole abrazos a todo lo que me encuentro. Que estoy necesitadísimo de cariño, lo cual es sorrpendente teniendo en cuenta que recibo bastante. Pero sí, echo de menos el mimo de una pareja sentimental muchísimo más que el sexo. Igual es que follo mal, no sé.

The Cloud Room - Hey now now

09 marzo 2006

¡Que no es un haiku!

DONDE DIGAS NO
YO SIEMPRE ESTARÉ
BUSCANDO EXCUSAS
DESCUBRÍ UN DÍA
LO QUE ERA LA VERDAD

Este regalo viene de mi punto preferido. Se lo paso a Ignatius y Julk.

Billy Idol - Rebel yell

Paráfrasis del Nuevo Testamento

Y sentados alrededor de la mesa dijo nuestro señor Jesucristo a sus apóstoles:

"Y en verdad en verdad os digo, que cuanto más le deis a vuestros hermanos más carrerilla tomaran cuando vengan a daros una patada en los huevos, y si encima les dais desinteresadamente posiblemente os rematen de un punterazo en los dientes y se os lleven la cartera y las alpargatas. Por estas que son cruces. Y pasa el flai ya, Judas, que me lo he currado yo y aún no lo he catado, coño".

La traducción del hebreo original pierde un poco, pero el espíritu permanece.

Kase.O - Soy de Aragón

07 marzo 2006

El Doctor Tragedia contraataca


Radiohead - Subterranean homesick alien

Frustraciones

Comentaba el visionario Grant Morrison en una entrevista que había planeado junto a otros escritores retirarse a un pequeño país americano, el cual por supuesto conquistarían. Preguntados sobre cómo imaginaba que sería ese país, Morrison y su alumno Millar reponían que posiblemente no muy diferente de la Alemania Nazi porque, ¿acaso no fue esta tambien fundada por artistas frustrados?

Llevo todo el día pensando en esa idea por varias razones. Primero porque es un punto de vista que jamás se me habría ocurrido, posiblemente razón por la que el señor Morrison escribe de manera regular joyas como Los Invisibles -que tan felizmente fusilaron en Matrix, pero eso ya es otra historia- y yo escribo entradas tan estúpidas como esta en un weblog. Segundo, porque si hace un año alguien me hubiera dicho que iba a estar citando a un guionista de comics famoso por reconocer escribir bajo la influencia de alucinógenos en lugar de a Bakunin o a Saramago me habría reído en su cara. Y tercero, porque veo que el clima social sigue sin estar preparado para mi musical Hitler Sobre Hielo. Con lo orgulloso que estoy de la escena con Churchill, Goebbels y los pingüinos patinadores.

Pablo Milanés - Yolanda

06 marzo 2006

Banabanal

Hoy para comer tengo tallarines al pesto.

Reincidentes - Ay Dolores

02 marzo 2006

Oniroteca

Diego Armando Panticosa es un personaje pintoresco de la Zaragoza del siglo XXI. Sus ojos son dos arcoiris cuando vaga de noche por el Casco Viejo, abriéndose paso entre la gente como una canica en una piscina de bolas. Las callejas estrechas y empinadas son serpientes infinitas en su mente y Armando baila mientras sortea disputas de pareja, grupos de gatas de despedida de soltera, adolescentes perdidos sentados sobre la acera con la mirada clavada en el asfalto, vendedores callejeros que le ofrecen Marlboro y Diazepán.

Diego Armando danza entre la gente, aunque nunca nadie llega a darse cuenta y los que más le confunden con otro borracho de fin de semana. Camina de puntillas y da pequeños brincos para pasar de hueco en hueco. Su mirada de mil colores abarca la Calle del Temple mientras sus brazos se separan a ambos lados de su cuerpo como alas de ángel, y Diego Armando aspira, aspira fuerte, y los sueños de la gente se pegan a él como hojas secas a la madera recien pintada.

Mientras salta y da piruetas, mientras cuida de no tropezar con nadie, Armando repasa las verdades y mentiras que adornan su cuerpo. Las ruindades, los deseos, los desengaños, las fantasías. Almacena los del tornero cocainómano con las del resto de niños que quisieron ser astronautas, y los de la mujer de la falda roja con los del resto de niñas que esperaron su príncipe azul sentadas junto a la ventana. Archiva sus sueños por orden de colores, un sistema que ideó hace años y que considera muy superior al alfabético para clasificar cosas intangibles y variables.

Las pocas personas que conocen su complejo trabajo le preguntan muchas veces qué tipos de sueños son los más repetidos, si los de vengarse del matón del colegio y estar por encima de todos, o los de atravesar el Amazonas a lomos de un caballo alado. Diego Armando encoje los hombros, sonríe con esa sonrisa de sobre mal pegado tan suya, y entrecierra los siete colores de sus ojos. No puede decirlo, es secreto profesional. Lo único que llega a admitir es que los sueños varían, que una misma persona tiene ilusiones diferentes según sea de día o de noche, según se sienta amado o abandonado, según en el dado salga par o salga impar, pero que sus sistema de archivo está preparado para ello.

Su labor no es juzgar. "A los que juzgan sueños les pagan", suele rematar quedamente.

Biblomante

Sigur Rós - Sorglega