Te hace gracia mi expresión y me preguntas que qué es para mí una noche naranja.
Yo te respondo que muchas cosas.
Sentir tu cuerpo conocido enredado con el mío, nuestras temperaturas igualándose suavemente y nuestras respiraciones acompasándose. Saber cuándo vas a clavar sus dientes en mi cuello y qué figura va a dibujar la punta de tu lengua por mi cara. Saber qué vas a gemir cuando mi mano se meta bajo tu falda y mis delgados dedos comiencen a preguntar direcciones. Verte probar vestidos delante de mí, preguntándome cuál me gusta más sólo para lograr que te diga que me gustas más sin ninguno. Escucharte jugar conmigo y ver tu mirada traviesa clavada en mí y tu boca de niña guardar silencio mientras te abres como una flor. Desabrocharte el sujetador, deshojarte como a una margarita, pétalo a pétalo. Sentirme crecer, sentirme vivir, sentir tu momento de triunfo y sentirlo mío tambien. Jugar con tus pechos, con tus perfectos pechos, sin ninguna prisa, sabiendo cuál es tu punto débil y aprovechándome de ello sin compasión. Morder tus labios, sentir cómo tu lengua comienza guiando a la mía al interior de tu cueva y acaba finalmente rindiéndose tras largos minutos de combate. Ver tu cabello rizado envolviéndome como si fuese una selva y no querer encontrar la salida. Escuchar tu voz susurrándome ritos prohibidos mientras tus manos juguetean con mi barba y dejarme llevar por tus conjuros de encantadora. Buscarte, encontrarte, hablar contigo, pedirte que esta noche me dejes volverme un pedacito de tí. Sentirte temblar, ver tu pálida cara que siempre delata un cierto miedo, escucharte susurrar que no tenga prisa. Ver tus ojos, en todo momento tus ojos, hasta cuando hundo mi boca en tu nuca, hasta cuando echas el cuello hacia atrás e intentas acercar mi cara hasta tu pubis, hasta cuando duermes con tu cara enterrada en mi pecho... tus ojos.
Despertar con su piel de serpiente entre los dedos y con un cubito de hielo en la boca del estómago, y mirarte a tí, a la desconocida que me abraza, con sorpresa.
Buscar de nuevo su cuerpo conocido en los cuerpos de otras personas.
Eso es una noche naranja
Maga - Piedraluna
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