De Posibilinauta Arquímedes a Aguja-I en Órbita.
Los Nativos son seres decididamente No Absurdos. Su Complejidad alcanza niveles tales que sorprende que puedan seguir Existiendo. Déjenme contarles lo ocurrido a Oba hace 246 Años Locales.
Oba intentó explicarles Conocimiento Básico a dos Nativos. Conoceis a Oba, sabeis que Él es capaz de Cualquier Cosa cuando se Aburre y que por ello estuve en contra de su incorporación a la Misión Arquetipo. Por ello se Cubrió de Sombras y Proyectó la Egoimagen de un Nativo al que llamó Hubbert Spandau. Intentó explicar a los Nativos lo que todo Posibilinauta conoce: la Reducción Definitiva Al Absurdo. Pero los Dos Nativos se rieron de Oba. No entendían que ante cualquier Pregunta posible sólo hay dos Respuestas posibles: azul y rojo. Le llamaron Absurdo y, aunque Oba creyó en un primer instante que le habían Entendido, poco tardó en comprender que se estaban Mofando de él. Oba entristeció y Lloró. ¡Recuerden lo que ocurrió la Última Vez que Oba lloró! Dió tres Zancadas Espaciotemporales y de Él cayeron Tres Lágrimas. A la Primera la llamaron Agente Naranja, a la Segunda la llamaron Síndrome de Alzheimer, y a la Tercera la llamaron Contrato de Fin de Obra.
"Los Nativos son tan Complejos que me sorprende que puedan seguir Existiendo", me taquipintó siglos despues.
"Azul", repuse yo.
She - Nebula
27 noviembre 2007
26 noviembre 2007
Informe de misión, traducción literal
Nos deslizamos por la Arista de la Megaestructura Universal a través del Cuarto y el Quinto Teseracto a un Ritmo Akashico de 7 Latidos y con una Velocidad Temporal de 45 Minutos Relativos Por Minuto Local. Atravesamos la Membrana Central sin excesiva Reverberación y no fue necesario ajustar el Genoma Heptadimensional de ninguno de los Posibilinautas. Tuvimos un ligero contratiempo con un Cúmulo Estelar Ectotrópicamente Positivo pero, Ganesh y Nietzsche sean Alabados, logramos alcanzar Distancia de Escape sin tener que movernos más allá del Quinto Cinturón de Kepler. La llegada al Destino fue tranquila. La Meosis del Arca se produjo dentro de los parámetros establecidos y el Mundo nos Asimiló sin que fuera necesario el uso de ningún Catalizador Emocional ni de ninguna Contramedida Memética. Las creencias del Mando Central de que nuestra llegada podría causar una Depresión Viral Global o un Evento de Extinción Adquirida demostraron ser completamente infundadas. Nuestra Semilla Estelar pasó a formar parte de su Corriente sin que ninguno de los Nativos notara cambio alguno, excepto quizás una leve Aceleración del Tiempo o una pequeña perturbación en la Órbita Onírica de los Neonatos. Por desgracia, dudo que nuestra misión llegue a ser fructífera. Los Nativos no se Refractan al atravesar el Cristal del Quinto Milenio, ni tampoco muestran una especial reacción ante los más básicos de los Preceptos Contra La Entropía, ni siquiera ante Paraconceptos tan simples como la Realidad Deslocalizada o la Criptosimbiosis. Estamos intentando Triangular el origen de la Inteligencia Colectiva de los Nativos, pero los resultados que obtenemos son tan absurdos que han causado la Degeneración Irreversible de por lo menos el Ch'i de uno de los Exploradores de la Segunda Oleada. Ahora dice llamarse Gandhi y se niega a absorber Nutrientes Nativos básicos, por lo cual tememos por la integridad de su Caparazón Físico Tridimensional. Sinceramente: si tuviera Hombros, ahora me estaría encogiendo de ellos.
Esperando futuras instrucciones, su Humilde Servidor.
Brian Eno - An ending (ascent)
Esperando futuras instrucciones, su Humilde Servidor.
Brian Eno - An ending (ascent)
19 noviembre 2007
Zaragoza, Illinois
¿Te acordarás ahora? Era un sábado noche de mediados de marzo. Habíamos quedado en el casco viejo a eso de las tres de la mañana. Era, por supuesto, antes de que el Ayuntamiento impusiera ese horario de cierre de bares actual que seguramente tendrá mucha razón de ser pero que a tí a y a mí nos toca los cojones. Hacía un cierzo que helaba los huesos y recuedo perfectamente que yo cuando salí de casa llevaba mi braga militar calada hasta las pestañas y las manos metidas dentro del forro polar, que ví a una pareja que se estaba liando enfrente del portal de mi casa de manera salvaje y que me dí cuenta de que ella era la santita de la vecina de abajo. No sé por qué, pero me acuerdo de eso. La memoría es así de puñetera.
Tú creo que venías de La Naranja Mecánica porque habías salido antes con tus compañeros de trabajo y todos tiraban por el rollo bakalao. Y tú, claro, te apuntabas a un bombardeo. Habías quedado entre tanto con los reyes del cuarto y mitad y por lo tanto ya asumía que vendrías enchufado. Te habrías encerrado en el baño con el Víctor y el Montes y, pim pam, te habrías "ensanchado las neuronas", como me dijiste aquella vez que te tuve que sacar a rastras del Jarras antes de que aquellos dos punkos nos partieran la boca.
Lo que más me jodía era que los reyes del cuarto eran buena gente. Amables, abiertos, cordiales, tranquilos, siempre dispuestos a echar una mano y siempre con un chiste o una palabra amable en la boca. Que no eran los farloperos oscuros y malignos que salían en las series de Globomedia, vamos. Que te estaban convirtiendo en un gilipollas pero que no podía odiarles porque eran buenos tíos y porque de entre ellos el peor de todos eras precisamente tú. Me habías caído muy mal cuando te habías metido en la montaña rusa sentimental de María pero, hostias: me estabas cayendo peor despues.
Te esperaba al lado de La Bola de Oro, junto a las murallas. Llegaste como esperaba que llegaras, con las pupilas dilatadas y la nariz irritada, vestido como un gilipollas que aún estuviera acostumbrándose a llevar camisa, con las manos en los bolsillos y mirando de lado a lado con esa frívola sonrisa que tan poco natural te salía. Te miré ya sin desden ni preocupación, sólo con frialdad. Tras escuchar tu torrente de palabras asintiendo e intentando apartarte de la puerta del Mundo comenzamos a caminar hasta que llegamos a la calle Temple. Estaba bastante vacía porque la temperatura no acompañaba a hacer corrillos en las puertas y apenas tuvimos que abrirnos paso.
No sé cómo ni cuándo te encaraste con el moro, que ver a uno por aquel entonces aún era una novedad y no parte del paisaje como es hoy en día. Yo le estaba pidiendo fuego a un ex-compañero de Maristas y charlando un poco sobre amigos comunes y de repente, cuando me giré a buscarte con la mirada, estabas tirado en el suelo con dos desconocidos ayudándote a levantarte. Tu agresor se había largado por donde había venido y no sé por qué razón se limitó a darte un puñetazo en los dientes. Te tocabas la boca con sorpresa y te mirabas los dedos ensangrentados como quien ve sangre por primera vez. Y mientras yo me abría paso entre los curiosos, con los puños cerrados e intentando ver quién te había puesto la mano encima, tú asentías y te reías. Te descojonabas, vamos. Mientras te acompañaba al parking, porque se me había cortado el rollo por completo y sólo quería vovler al barrio, decías que la hostia que habías esquivado en el Jarras te había encontrado y te seguías deshuevando. Días despues me dijiste que el guantazo del moro no había sido ninguna revelación pero que quizás sí que había servido para sacudirte lo bastante como para despertarte.
Y ahora me pregunto con qué debería golpearte para que volvieras a hacerlo.
Death From Above 1979 - Little girl
Tú creo que venías de La Naranja Mecánica porque habías salido antes con tus compañeros de trabajo y todos tiraban por el rollo bakalao. Y tú, claro, te apuntabas a un bombardeo. Habías quedado entre tanto con los reyes del cuarto y mitad y por lo tanto ya asumía que vendrías enchufado. Te habrías encerrado en el baño con el Víctor y el Montes y, pim pam, te habrías "ensanchado las neuronas", como me dijiste aquella vez que te tuve que sacar a rastras del Jarras antes de que aquellos dos punkos nos partieran la boca.
Lo que más me jodía era que los reyes del cuarto eran buena gente. Amables, abiertos, cordiales, tranquilos, siempre dispuestos a echar una mano y siempre con un chiste o una palabra amable en la boca. Que no eran los farloperos oscuros y malignos que salían en las series de Globomedia, vamos. Que te estaban convirtiendo en un gilipollas pero que no podía odiarles porque eran buenos tíos y porque de entre ellos el peor de todos eras precisamente tú. Me habías caído muy mal cuando te habías metido en la montaña rusa sentimental de María pero, hostias: me estabas cayendo peor despues.
Te esperaba al lado de La Bola de Oro, junto a las murallas. Llegaste como esperaba que llegaras, con las pupilas dilatadas y la nariz irritada, vestido como un gilipollas que aún estuviera acostumbrándose a llevar camisa, con las manos en los bolsillos y mirando de lado a lado con esa frívola sonrisa que tan poco natural te salía. Te miré ya sin desden ni preocupación, sólo con frialdad. Tras escuchar tu torrente de palabras asintiendo e intentando apartarte de la puerta del Mundo comenzamos a caminar hasta que llegamos a la calle Temple. Estaba bastante vacía porque la temperatura no acompañaba a hacer corrillos en las puertas y apenas tuvimos que abrirnos paso.
No sé cómo ni cuándo te encaraste con el moro, que ver a uno por aquel entonces aún era una novedad y no parte del paisaje como es hoy en día. Yo le estaba pidiendo fuego a un ex-compañero de Maristas y charlando un poco sobre amigos comunes y de repente, cuando me giré a buscarte con la mirada, estabas tirado en el suelo con dos desconocidos ayudándote a levantarte. Tu agresor se había largado por donde había venido y no sé por qué razón se limitó a darte un puñetazo en los dientes. Te tocabas la boca con sorpresa y te mirabas los dedos ensangrentados como quien ve sangre por primera vez. Y mientras yo me abría paso entre los curiosos, con los puños cerrados e intentando ver quién te había puesto la mano encima, tú asentías y te reías. Te descojonabas, vamos. Mientras te acompañaba al parking, porque se me había cortado el rollo por completo y sólo quería vovler al barrio, decías que la hostia que habías esquivado en el Jarras te había encontrado y te seguías deshuevando. Días despues me dijiste que el guantazo del moro no había sido ninguna revelación pero que quizás sí que había servido para sacudirte lo bastante como para despertarte.
Y ahora me pregunto con qué debería golpearte para que volvieras a hacerlo.
Death From Above 1979 - Little girl
15 noviembre 2007
Tarde púrpura
Una tarde en la que el aire parece miel y en la que incluso parpadear parece más esfuerzo del que merece la pena. Una tarde, incluso, sin tí.
Nine Inch Nails - The greater good
Nine Inch Nails - The greater good
08 noviembre 2007
La pregunta de Cristina
Casi nunca hablo de mi amiga Cris, posiblemente porque su mera existencia es algo que considero muy personal. Entró en mi vida hace menos de un año y ha ocupado un puesto muy peculiar en mi círculo de amistades, tan peculiar que no sé exactamente cómo definirlo. Espíritu libre, parte de una famosa familia de artistas, ex-heroinómana, madre soltera y superviviente nata, nunca ha ocultado ni que le atraigo ni que me quiere pero tampoco ha tenido el más mínimo problema en reconocer que sabe que lo nuestro sería imposible aunque su bisexual novio no tendría ningún problema en acogerme como parte de su alcoba. Es alguien me ha dicho tanto algunas de las cosas más bonitas que me han dicho nunca como algunas de las cosas que más colorado me han puesto y a quien, aunque nunca he sabido exactamente cómo coger y aunque a veces me ha causado tener auténticas ganas de abofetearla, no puedo evitar querer. Gente de la que aprendes y que expande tus horizontes y que te hace volverte más tolerante y amar a la humanidad como a un todo.
Nos vemos muy poco y siempre que lo hacemos acabamos borrachos como chinches. Aún así, sé que su llamada telefónica siempre aparecerá en el momento más inesperado y apropiado. Sus últimas llamadas han coincido con momentos en que mi vida sentimental ha estado activa. Siempre que le he dicho que había alguien en mi vida me ha sorprendido deslizándome la misma pregunta, una pregunta que me ha chocado por anacrónica, por cariñosa, por preocupada y por estar tan llena de amor.
"¿Te trata bien?"
La verdad es que es una pregunta simple y primordial que nunca me había hecho nadie, ni siquiera yo mismo.
Meditemos en ello, ¿vale?, y pensad en qué responderíais vosotros.
Los Rodríguez - Mi enfermedad
Nos vemos muy poco y siempre que lo hacemos acabamos borrachos como chinches. Aún así, sé que su llamada telefónica siempre aparecerá en el momento más inesperado y apropiado. Sus últimas llamadas han coincido con momentos en que mi vida sentimental ha estado activa. Siempre que le he dicho que había alguien en mi vida me ha sorprendido deslizándome la misma pregunta, una pregunta que me ha chocado por anacrónica, por cariñosa, por preocupada y por estar tan llena de amor.
"¿Te trata bien?"
La verdad es que es una pregunta simple y primordial que nunca me había hecho nadie, ni siquiera yo mismo.
Meditemos en ello, ¿vale?, y pensad en qué responderíais vosotros.
Los Rodríguez - Mi enfermedad
07 noviembre 2007
Ayer, ayer
No es cuestión de montar tragedias pero, mal que me pese, he de reconocer que hay momentos en la vida en que una mano amiga...
The Raveonettes - That great love sound
...una boca amiga...
...un oído amigo...
...unos brazos amigos...
...una sonrisa amiga...
...un oído amigo...
...unos brazos amigos...
...una sonrisa amiga...
...son tan importantes como el aire.
(...y ahora mismo, aunque no me asifixie, me cuesta respirar)
The Raveonettes - That great love sound
05 noviembre 2007
Otra carta
Querido Santiago:
Hay que ver qué jodida está la cosa. Ahí estás tú: sentado en el salón-cocina de tu casa de cincuenta metros cuadrados, acariciando con celo el abono del metro con una mano y el tupperware de tu madre con la otra, pensando en cual de tus dos pantalones te vas a poner mañana y a la vez evaluando si te vale la pena arriesgarte a pillar el SIDA visto el precio de los preservativos. Rechinando los dientes cada vez que la palabra Euribor sale en tu televisor, mirando al teléfono móvil con desgana preguntándote si la chica que te gusta se va a dignar a llamarte y preguntándote por qué sigues aguantando al imbécil de tu encargado en lugar de vivir la vida arriesgada y aventurera que siempre quisiste.
Pero va tu gurú y te dice que no, que el auténtico problema es lo cabrones que son tus colegas Aketxa y Jordi. Que es que ya no es sólo que no tengan claros en su corazón los conceptos básicos sobre la división territorial, cultural y hasta biológica del país en el que habitan, no: que es que los muy mariconazos pretenden hasta casarse y adoptar niños a los que evidentemente educarán en el islamismo radical.
Que son unos hijos de puta, Santiago. Unos hijos de puta.
Que menos hostias, desgraciado, y más España.
M.I.A. - Bird flu
Hay que ver qué jodida está la cosa. Ahí estás tú: sentado en el salón-cocina de tu casa de cincuenta metros cuadrados, acariciando con celo el abono del metro con una mano y el tupperware de tu madre con la otra, pensando en cual de tus dos pantalones te vas a poner mañana y a la vez evaluando si te vale la pena arriesgarte a pillar el SIDA visto el precio de los preservativos. Rechinando los dientes cada vez que la palabra Euribor sale en tu televisor, mirando al teléfono móvil con desgana preguntándote si la chica que te gusta se va a dignar a llamarte y preguntándote por qué sigues aguantando al imbécil de tu encargado en lugar de vivir la vida arriesgada y aventurera que siempre quisiste.
Pero va tu gurú y te dice que no, que el auténtico problema es lo cabrones que son tus colegas Aketxa y Jordi. Que es que ya no es sólo que no tengan claros en su corazón los conceptos básicos sobre la división territorial, cultural y hasta biológica del país en el que habitan, no: que es que los muy mariconazos pretenden hasta casarse y adoptar niños a los que evidentemente educarán en el islamismo radical.
Que son unos hijos de puta, Santiago. Unos hijos de puta.
Que menos hostias, desgraciado, y más España.
M.I.A. - Bird flu
04 noviembre 2007
Más sobre María
María tiene el pelo color ceniza y el alma de un tono similar.
María en realidad se llama María Verónica pero toda la vida ha intentado esquivar las referencias taurinas. Con los cuernos ha tenido menos suerte.
Cuando está en un momento realmente bajo María se siente como el muñeco manco del futbolín: todo el mundo ve que está tullida pero, como sigue siendo útil, a nadie le importa.
Neutral Milk Hotel - Holland, 1945
María en realidad se llama María Verónica pero toda la vida ha intentado esquivar las referencias taurinas. Con los cuernos ha tenido menos suerte.
Cuando está en un momento realmente bajo María se siente como el muñeco manco del futbolín: todo el mundo ve que está tullida pero, como sigue siendo útil, a nadie le importa.
Neutral Milk Hotel - Holland, 1945
03 noviembre 2007
¿Dónde vives?
Yo vivo en los minutos que van desde que se apaga la luz del dormitorio hasta que me adentro en el reino de los sueños.
¿Tú?
Pearl Jam - Even flow
¿Tú?
Pearl Jam - Even flow
02 noviembre 2007
Lo que el viento se beba Pepsi
Un indivíduo joven, progresista y de cultura media tirando a alta sale de su puesto de trabajo y, antes de coger el autobús con destino a su casa, se acerca al puesto de revistas del Coso con la intención de comprar la revista Cinemanía para comprobar las críticas de Persépolis, ya que adoró el comic original y tiene curiosidad por saber como ha quedado la obra de la Satrapi tras añadirle voz y movimiento.
Ya con la revista en las manos, el indivíduo ve con algo de sospecha que a través del retractilado la textura de la portada donde Milla Jovovich frunce el ceño, enseña escote y empuña pistolas parece un poco extraña. Por tanto, sospechando que se haya frente a una de esas "portadas originales" que las publicaciones sacan a circulación de tanto en cuando, rasga el plástico y examina la portada.
Y encuentra que la portada es una de esas láminas que muestra distintas imágenes según el ángulo desde el que la mires. Lo que realmente le sorprende es que, de las tres imágenes escondidas en la portada, dos de ellas sean publicidad de la marca Bacardi y que realmente resulte difícil siquiera entrever los titulares de la revista.
Razones por la cual el indivíduo concede a la revista y a la embotelladora el Premio Pop-Up 2007 a la Publicidad Invasiva y decide volver a su añorada Fotogramas. Ah, y seguir bebiendo whiskey.
Stolen Babies - Push button
Ya con la revista en las manos, el indivíduo ve con algo de sospecha que a través del retractilado la textura de la portada donde Milla Jovovich frunce el ceño, enseña escote y empuña pistolas parece un poco extraña. Por tanto, sospechando que se haya frente a una de esas "portadas originales" que las publicaciones sacan a circulación de tanto en cuando, rasga el plástico y examina la portada.
Y encuentra que la portada es una de esas láminas que muestra distintas imágenes según el ángulo desde el que la mires. Lo que realmente le sorprende es que, de las tres imágenes escondidas en la portada, dos de ellas sean publicidad de la marca Bacardi y que realmente resulte difícil siquiera entrever los titulares de la revista.
Razones por la cual el indivíduo concede a la revista y a la embotelladora el Premio Pop-Up 2007 a la Publicidad Invasiva y decide volver a su añorada Fotogramas. Ah, y seguir bebiendo whiskey.
Stolen Babies - Push button
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