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Odio a La Oreja de Van Gogh.
Pero odio odio, ¿eh? Irracional, del auténtico. Los odio con fuerza, con el mismo odio del niño que mirando al cielo jura matar al mafioso que ha apiolado a su padre por no pasarle la semanada. Odio de ese que te ciega y te hace gruñir cosas en plan "amputación" o "apocalipsis", que te hace ponerte extremadamente nervioso y querer estrangular a alguien con la vana esperanza de que al dejar de respirar tu víctima tambien lo haga la rubia de bote que susurra por la radio. Me rugen las tripas cuando escucho a ese proyecto de persona balbucear con su empalagosa voz mientras el niño de Txiki Benegas y sus compadres elegidos por Saatchi&Saatchi mueven armónicamente sus deditos para producir ritmillos que logran ser a la vez obvios y pretenciosos. No me ocurre lo mismo con otros grupitos de pop-litono (audaz término, ¿eh?) como El Canto del Loco o El Sueño de Morfeo (curioso que sus nombres siempre tengan el formato "el .. de ..."). No, no, no, no, no: sólo con Amaia y sus cuatro íncubos.
Así que le felicito al grupo por su nuevo disco, Guapa: espero que os ahogueis en vuestros discos de platino, como yo en mi propia bilis cada vez que veo el anuncio de Movistar.
Cagonsantó.
Los Gandules - Odio a Carlos Goñi